Este año, nuevamente, hay un fuerte llamado mundial para reducir la velocidad máxima a 30 km/h en las calles de las ciudades, en todo el mundo. ¿Para qué? Para salvar vidas.
En Argentina, la Ley Nacional de tránsito dispone que la velocidad máxima permitida en las calles es de 40 km/h, salvo señalización en contrario. La mayoría pensará que esta es una velocidad relativamente baja. Y lo es. Pero no si un vehículo impacta sobre el cuerpo de una persona. Las lesiones producidas a esa velocidad son sustancialmente más graves que si sucede a 10 km menos. La posibilidad de sobrevivir al impacto es mucho menor a 40 que a 30 Km/h.
Una disminución de la velocidad de 40 km/h a 30 km/hreduce en dos tercios las muertes en el tránsito, según han comprobado diferentes estudios internacionales en base a la evidencia de muchas ciudades de diferentes países, que ya tienen esta norma. Los mayores beneficiados resultan los más vulnerables en el tránsito, los peatones y los ciclistas, los niños, los adultos mayores y las personas con discapacidad.
Por eso, este año, la próxima Semana Mundial de Acción para la Seguridad Vial que se celebrará del 16 al 22 de mayo, tiene el lema "Calles para la vida” (Streets for Life) #Love30, para lograr ciudades más seguras, saludables, verdes y habitables.
En Argentina, más de 30 jurisdicciones ya se han comprometido públicamente para impulsar este cambio y en algunas ciudades se ha puesto en vigencia, demostrando que nuestro país también puede avanzar por la vida.