¡8 sobre una moto! Jugándose la vida propia y la de sus hijos

     Ocurrió en el centro de la ciudad de Resistencia, provincia de Chaco. ¡Se subieron a una moto dos mujeres adultas con seis niños de diferentes edades! Y circulaban con total calma, sin casco, ante la mirada azorada de una persona que atinó a filmar este despropósito mortal sin poder dar crédito a lo que veía. Lo envió a “TN y la gente” como una forma de motivar a la reflexión.

     

     Este acto extremo de inconsciencia e irresponsabilidad resulta inconcebible para muchos, pero no tan sorprendente para quienes viven en zonas con alto porcentaje de motos en el tránsito. Esto es, la gran mayoría de las zonas urbanas y suburbanas del país.

     ¿Por qué una madre o un padre cargarían a toda su familia sobre la moto? ¿Porque no la ama? Probablemente no sea esta la causa, y la respuesta es más sencilla: piensan que es el mejor medio de transporte al que pueden acceder ya que tiene un costo bajo, en comparación con otro tipo de vehículo, y el transporte público es escaso y/o muy malo en frecuencia.

     Pero, ¿y el riesgo de perder la vida o quedar discapacitado para siempre?

     Eso no importa; los que se arriesgan creen que controlan la situación, dado que lo hicieron muchas veces y no les pasó nada, entonces piensan que nunca les va a pasar. Por eso tampoco usan el casco, ignorantes de que el 80% de las muertes en motocicleta tiene como causa principal las lesiones producidas en la cabeza por falta del principal elemento de protección.

     Este razonamiento es muy normal para quien solo atiende a su experiencia y no sabe que lo que nunca sucedió puede pasar. También ignoran que cuando se diseña un vehículo se lo hace para una carga determinada que no puede ser aumentada sin que aumente el riesgo. Que, en la moto, a más gente y más peso, menos estabilidad y más dificultades de frenado y de adherencia al piso entre otros efectos negativos, y que es el vehículo automotor más vulnerable.  

     Están también los que conducen solos y chocan o pierden el control de su moto. Luchemos por la Vida ha comprobado que en la ciudad de Buenos Aires 4 de cada 10 no respetan el semáforo, 7 de cada diez no dan la prioridad peatonal, olvidan disminuir la velocidad en las esquinas, circulan de contramano, zigzaguean entre vehículos con el riesgo de no ser vistos y la lista de horrores sigue...

     Así, cada día se incrementa la lista de motociclistas y sus acompañantes muertos. El año pasado, según estimaciones de Luchemos por la Vida más de 2800 murieron en calles y rutas y los casos no se detienen.

     Hay ciudades del interior del país en los cuales más del 70% de las camas de sus hospitales están ocupadas por motociclistas lesionados. Mientras, las autoridades miran hacia otro lado, por compasión, ignorancia y/o indiferencia ante la vida de los otros, y no hacen cumplir las leyes vigentes.