Estudio realizado en 220 intersecciones de calle/s y/o avenida/s en 10 zonas de la Ciudad de Buenos Aires, durante el mes de junio de 2013 (días hábiles, 09-18 Hs.)
Observaciones principales
La mayoría de las intersecciones observadas, el 58%, presentaron luces quemadas, fallas, en los semáforos vehiculares y/o en los semáforos peatonales.
Existe una falta importante de semáforos para peatones, en el 39% de ellas, en el 56% los semáforos peatonales están incompletos, y sólo en el 5 % de las instalaciones están totalmente instalados. Y algo muy grave, en las intersecciones con semáforos peatonales, la gran mayoría, el 75% de las intersecciones con semáforo peatonal tenían luces quemadas.
En relación con los semáforos vehiculares, casi 3 de cada 10 intersecciones presentaban luces quemadas, el 28% de los casos.
Conclusiones
Los semáforos, en las zonas urbanas, ordenan las prioridades de paso, permitiendo una más fluida y segura circulación de vehículos, los cuales pueden atravesar las encrucijadas sin disminuir la velocidad, por esa razón, los semáforos se suelen ubicar a lo largo de avenidas, por donde se circula a más velocidad o en calles de alto tránsito de vehículos y/ peatones. A estos últimos, el semáforo les aporta información para cruzar en el momento adecuado, con tiempo suficiente para cruzar en forma segura.
Una encrucijada con semáforos que no funcionan provoca confusión y deja a los transeúntes en mayor riesgo que si el cruce no estuviera semaforizado, por las características de los cruces que ya se han mencionado y la propensión de los conductores, especialmente, a circular confiados en su prioridad.
La falta de semáforos peatonales y su mal estado de mantenimiento priva a los peatones de mayor seguridad.
La semaforización en la Ciudad de Buenos Aires se encuentra en un estado deficitario, con problemas de mantenimiento, que puede favorecer incidentes y/o choques.