Los problemas del tránsito y sus consecuencias más serias, de lesiones y muertes, constituyen una preocupación mundial. Resulta una de las principales causas de muerte en todo el mundo, con más de 1.200.000 víctimas fatales anuales y son, para los niños y jóvenes, la principal causa de mortalidad. En nuestro país, estos conforman más del 22% de los muertos en el tránsito. Y los peatones son las víctimas más frecuentes especialmente en las áreas urbanas. Esta situación requiere ser tenida en cuenta a la hora de implementar políticas de ordenamiento urbano y también en la educación vial sistemática o formal e informal.
La importancia del problema ha motivado a la Organización de Naciones Unidas a dedicar la 2ª Semana Mundial para la Seguridad Vial, en 2013, a la seguridad de los peatones y dedica el año especialmente a la promoción de la seguridad de los peatones en todo el mundo como tema central. (Ver Informe "Caminar con Seguridad - Breve Panorama de la Seguridad Peatonal en el mundo - OMS)
Todos somos peatones, y como tales hacemos una parte del sistema del tránsito interactuando con los demás usuarios de la vía pública de manera segura o riesgosa.
Dada la importancia de este tema, Luchemos por la Vida difundió campaña publicitaria de concientización “Peatones seguros” en radio, televisión y demás medios audiovisuales, que tiene como objetivo generar conciencia, en el peatón urbano, de su vulnerabilidad, aumentando su percepción del riesgo y recordarle conductas seguras al caminar y cruzar, proponiéndole medidas de auto-protección, tales como cruzar por las esquinas o sendas peatonales. La campaña muestra situaciones de riesgo habituales entre los peatones, como:
- cruzar por la mitad de cuadra,
- hablando por celular
- distraído, sin mirar,
y su consecuencia, materializada en atropellamientos, para luego proponer una medida central de autoprotección, cruzar por las esquinas o sendas peatonales, respetando los semáforos, ya que allí los vehículos deben darles prioridad. Con esta última frase se le recuerda a los automovilistas su obligación para con los peatones
Los medios que quieran sumarse a su difusión, pueden solicitar el material gratuito a:
Las radios pueden descargar el archivo .mp3 en este sitio.
PEATÓN, NA. (Del fr. piéton). Persona que transita a pie por una vía pública.
Los conductores, que son aquellos que conducen los vehículos y los pasajeros, que viajan dentro de un vehículo sin conducirlo, se transforman en peatones cuando salen de ellos y se desplazan a pie. Todas las personas son peatones en algún momento.
Los peatones son los integrantes del tránsito más vulnerables o frágiles ya que no tienen ninguna protección corporal. En un choque entre un peatón y un vehículo, aún el más liviano, es el peatón el que, con mayor probabilidad, se llevará la peor parte. el mayor daño siempre será para el cuerpo del peatón, que puede golpear fuertemente contra el vehículo y ser aplastado por las ruedas o ser despedido lejos del vehículo para caer y golpearse contra el asfalto.
Sin embargo, todos somos peatones y al serlo desde pequeños, como parte de un proceso natural de nuestro andar y movernos en el mundo, se nos olvida que convivir con la motorización creciente de nuestra sociedad representa un desafío, que no por cotidiano resulta inocuo.
Las lesiones y muertes de peatones constituyen una preocupación mundial. Los peatones constituyen un cuarto de los muertos en el tránsito. En los países subdesarrollados y en desarrollo, la mayoría de las víctimas son peatones. De hecho, en Argentina, se estima que el 21% de las víctimas fatales son peatones, y en las zonas urbanas pueden llegar hasta el 44%. Proteger a los peatones requiere de acciones educativas y de cambios en la circulación vehicular y la planificación urbana.
Los resultados del último estudio desarrollado por la Asociación acerca del comportamiento de los peatones en la ciudad son inquietantes. Ver estudio
Aunque solemos pensar que estamos seguros y nada nos puede pasar, sin darnos cuenta nos ponemos en riesgo de sufrir lesiones y hasta morir cuando no tenemos en cuenta a los demás que hacen el tránsito junto a nosotros.
Cruzar o caminar distraídos, no respetar las señales del semáforo, jugar en la calle, cruzar por cualquier parte, caminar por la calzada, cruzar con las barreras bajas, etc. son algunos de los comportamientos de riesgo que solemos actuar sin pesar en las consecuencias.
Es importante pensar en los comportamientos destacados como riesgosos, en qué consiste el riesgo y cuál es el comportamiento seguro. Y reflexionar acerca de lo que nos motiva a arriesgarnos cada día y sobre la conveniencia de cambiar comportamientos de riesgo por otros seguros.
Es importante abordar la educación vial desde el concepto de tránsito como un sistema que hacemos entre todos; este será el eje temático en torno al cual girarán los diferentes contenidos de seguridad y educación vial. La educación vial del peatón puede y debe ser tratada con este enfoque ya que tiene las siguientes ventajas:
Ver “Comportamientos seguros al transitar como peatones"
Si bien todos los peatones deben cuidarse para evitar ser atropellados, hay dos franjas de edad en las que el peligro es mayor: cuando son niños pequeños y cuando son personas mayores.
Los niños pequeños, menores de 8 años, se encuentran en el sistema del tránsito en inferioridad de condiciones:
Por eso, los más chicos deben moverse en la vía pública acompañados por sus mayores y ellos deben darles el buen ejemplo moviéndose con seguridad ya que éstos los imitarán.
En cuanto a los adultos mayores, muchas veces tienen problemas para caminar, no ven bien y/o no oyen bien por lo que pueden no llegar a cruzar a tiempo la calle o no detectar vehículos que se acercan a gran velocidad. Por esta razón, es bueno ofrecer ayuda a los ancianos para cruzar si se los ve andar con bastones o caminar muy lentamente.
Todos somos peatones. En algún momento decidimos ir a algún sitio andando o, como mínimo, empezamos y terminamos a pie la mayoría de nuestros desplazamientos. Las facilidades para caminar son parte integral de la habitabilidad de nuestras comunidades.
Es mucho lo que se puede hacer para facilitar los desplazamientos a pie, proporcionando instalaciones seguras, fiables y accesibles a todos los peatones.
No hay ninguna medida aislada que por sí sola permita abordar adecuadamente todos los riesgos a los que se enfrentan los peatones en diferentes entornos. Entre las más eficaces se encuentran: la limitación de la velocidad de los vehículos; la separación de los peatones del resto del tráfico por aceras y pasos de peatones; el aumento de la visibilidad de los peatones, y el comportamiento responsable de todos los usuarios de las vías de tránsito; la promulgación de leyes apropiadas en relación con esas medidas; la mejora de su observancia y los enlaces con otros medios de transporte pueden salvar vidas.
Garantizando la seguridad de los peatones se fomentarán los desplazamientos a pie, que a su vez mejorarán la salud. Caminar es saludable: reduce el riesgo de cardiopatías, accidentes vasculares cerebrales, diabetes, cáncer, demencia, depresión y obesidad. La reducción de los desplazamientos en vehículos motorizados reducirá asimismo la contaminación atmosférica y acústica, lo cual también repercutirá positivamente en la salud. Caminando podemos estar más sanos, delgados y en forma, y este modo de locomoción podría convertirse en la opción más segura, práctica y agradable para la mayoría de los desplazamientos.