Tragedia en Jujuy: Mensajes de texto y traslados baratos que matan

 

Alrededor de las 22 hs. del 30 de octubre, un camión que transportaba alrededor de cien hinchas de fútbol de Talleres de Perico, Jujuy, fue embestido por un colectivo sobre la ruta provincial 66, a la altura del kilómetro 14. El choque dejó cuatro muertos y 75 heridos, cinco de ellos de gravedad.

El chofer del colectivo, según investigaciones de la fiscalía a cargo del caso, habría estado enviando un mensaje de texto, en lugar de mirar el camino por el que conducía, por lo que cuando vio el camión ya era tarde para frenar y lo embistió. Este último cargaba hinchas de fútbol apiñados como ganado.

¿Cuántas veces vemos a trabajadores y/o a los hinchas de fútbol trasladándose en camiones de carga o en micros sobrecargados, con pasajeros colgados o sentados en las ventanillas, estos últimos frecuentemente escoltados por la policía, que debería prohibirles circular en esas condiciones que transgreden toda norma y los ponen en peligro?

¿Cuántas veces vemos pasar, o viajando en el colectivo, observamos al chofer mirando o tecleando su celular? ¿Cuándo comprenderemos que no podemos permanecer indiferentes o, peor aún, replicar estas acciones, cuando conducimos o cruzamos una calle, que ponen en riesgo nuestra vida y la de los demás?

¿Cuántas de las miles de vidas perdidas en el tránsito este año han tenido que ver con conductores distraídos con sus celulares?

Aunque todas las clases de distracción pueden afectar negativamente la seguridad, hablar por celular y enviar mensajes de texto se han convertido en las formas más peligrosas de distracción para los conductores. Enviar mensajes de texto es particularmente riesgoso porque involucra los tres tipos de distracción: visual, al apartar la vista del camino, manual, dejar de tomar el volante con ambas manos, y cognitiva, dejar de prestar atención al sistema del tránsito.

Y cuántas vidas se fueron de pasajeros que viajaban sin seguridad? En medios de transporte conducidos por choferes profesionales que no lo son tanto y se involucran en más del 30% de los siniestros con muertos. En vehículos que no son para transporte de pasajeros, o que están sobrecargados o que adolecen de falta de mantenimiento y/o equipamiento de seguridad, como, por ejemplo, los cinturones de seguridad.

Es que así suceden los siniestros de tránsito, cuando los comportamientos de riesgo que repetimos, sin aparentes consecuencias, nos llevan a pensar que nunca nada nos va a pasar, hasta que un hecho, imprevisto, convierte el riesgo en tragedia.