Nuevamente la nefasta combinación del exceso del alcohol y alta velocidad se cobraron vidas enuna Semana Santa cargada de tragedias que se podrían haber evitado. Mientras los controles de alcoholemia y velocidad y las sanciones son mínimos o inexistentes. Aquí, algunos de los hechos acaecidos en la Provincia de Buenos Aires.
Los medios se hicieron eco de las muertes de dos jóvenes mujeres que viajaban en la madrugada del sábado, en un auto conducido por Demián Pedreira (27),que con su amigo, bebía alcohol mientras conducía, ufanándose de ello al subir su comportamiento a las redes sociales minutos antes de la tragedia. Conduciendo a altísima velocidad, por las calles de Lanús, terminó estrellando el coche contra una columna y el frente de un local. Las hermanas Denise y Agustina Ojeda de 22 y 26 años, fallecieron en el acto y los otros tres ocupantes resultaron heridos. Una pequeña niña se quedó sin su mamá. Dos familias destrozadas.
También supimos que en La Plata, dos choferes que en la madrugada del domingo se dirigían en auto a su trabajo como colectiveros, fueron chocados violentamente por Cristian Godoy (39), que presuntamente alcoholizado, volvía de una fiesta. Jorge Walter Rodríguez, de 51 años, falleció en el lugar. Otra familia destrozada.
Y el dolor no tiene límites para la familia del pequeño, Mateo Sosa, de 9 años, fallecido el día de ayer, quien el miércoles pasado, cuando cruzaba la calle junto a su abuela, en Morón, fue atropellado por un auto que circulaba a gran velocidad y que lo hizo volar casi diez metros. El conductor, Nahuel Correa, 23 años, huyó del lugar. Varias cámaras captaron a estos conductores y sus conductas homicidas. No sabemos si alguna vez estos fueron sancionados por exceso de velocidad o conducción alcoholizada. Tal vez, de haber sido así, estas muertes no habrían sucedido.
Fuentes: Infobae, TN, Telenoche