Según información del diario local La Capital, Rosario se quedó sin la utilización de los radares para el control de la velocidad de circulación, tras vencer el contrato que una concesionaria municipal tenía desde 1998 y fracasar el llamado a licitación por falta de oferentes. El motivo del desinterés sería la falta de cumplimiento de pago, por parte del municipio, a los contratistas.
Lo grave es que, ante la falta de controles, durante los últimos cuarenta y cinco días, el diario ya dio cuenta de la reaparición de picadas de autos en algunas arterias importantes de la ciudad. Algunas organizaciones expresaron su preocupación frente a la posibilidad de que ningún sistema se implemente durante todo el año.