Dos personas murieron y 25 resultaron heridas en la madrugada del 23 de febrero pasado, cuando un micro dela empresa TAC embistiera por detrás a un camión de carga que iba en la misma dirección. La magnitud del impacto hizo que el chofer y uno de los pasajeros murieran en el acto. El hecho ocurrió sobre la ruta 7, a 15 km. de la ciudad de San Luis, en un trayecto en que la misma posee dos carriles por mano.
El interno 627 de TAC había salido de la terminal de Mendoza a la 21,10 hs y el choque fue a la 1,20 de la mañana. Se supone que el chofer se quedo dormido y no vio el camión que tenía adelante.
Aunque la causa de esta tragedia no esté confirmada resulta preocupante el hecho, dado que el 16 de octubre de 2004 otro micro de la misma empresa protagonizó un accidente semejante que le costó la vida a tres personas. Y es aun más inquietante debido a las quejas que algunos pasajeros han hecho llegar a la Asociación Luchemos por la Vida acerca de la conducta imprudente de choferes de esta empresa en su tarea cotidiana (véase en revista Nº 22 el artículo “Odisea en micro”). La empresa TAC parece ser el más cruel exponente de una situación que se repite en nuestro país: choferes profesionales sin capacitación en conducción segura o defensiva, que constituyen un peligro para la sociedad.
Ya es tiempo de que las autoridades pertinentes intervengan para ponerle fin a esta situación.