Lautaro Coronel (25), El Noba, vivía acelerado. El joven y popular cantante de cumbia, se devoraba la vida y las distancias con la moto, siempre arriesgando. Dicen que su apodo, El Noba, viene de “No bajo” ni con pasta”, en referencia al clonazepam que consumía para tratar de contener la excitación de la cocaína y poder tranquilizarse. Haciendo Wheely, o sea andando sobre una rueda, a alta velocidad, sin casco, se estrelló contra un vehículo en una encrucijada de Florencio Varela. Estuvo 10 días en coma.Falleció hoy.
Su hijita, su familia, amigos y los fans lo lloran. Pero no es el único motociclista muerto. Uno de cada dos muertos en el tránsito son motociclistas. Y caen como moscas, porque van muy rápido, zigzagueando entre los coches, sin casco y muchos bajo los efectos del alcohol y/o drogas. En el vehículo de motor más vulnerable, sin carrocería protectora. El año pasado, 2800 motociclistas fallecieron en el tránsito, 8 por día, la mayoría jóvenes menores de 40 años. Una tragedia que debe acabar, con educación, controles y sanciones.