Un chico de 13 años condujo un auto, chocó contra un micro, y murió uno de sus acompañantes, de tan sólo 19 años.
El Dr. Alberto Silveira, presidente de Luchemos por la Vida, reflexionó: "Un accidente como este nos tiene que llevar a la reflexión a todos los que somos padres, para precisamente tomar conciencia de que no podemos aceptar ni permitir que nuestros hijos asuman actitudes riesgosas en el tránsito, y que cuando llegan a la edad autorizada por la ley y obtienen la licencia para conducir – cosa que no tenemos que estimular ni adelantar innecesariamente, porque está demostrado en el mundo que los jóvenes son los que más causan accidentes y los que más sufren accidentes- tenemos que acompañarlos en la conducción, tenemos que apoyarlos. No basta con sacar la licencia y con ir a una escuela de conducción.
Cualquiera, adulto o menor, pero más aún un joven, necesita muchas horas de experiencia antes de poder decir que está en condiciones de conducir solo. Se calcula que hacen falta unas cien horas de conducción, después de obtener la licencia, para estar en un estado adecuado, con un dominio pleno de la conducción. Y en esto, somos los padreslos que permitimos, estimulamos o aceptamos que nuestros hijos accedan a la licencia de conducir, tenemos que acompañarlos para trasmitirles nuestra experiencia y que se transformen en conductores seguros y que no asuman riesgos innecesarios."