Las sillas de seguridad para niños son corrientes en los países de ingresos altos −en Australia la tasa de utilización es del 90% y en los Estados Unidos del 86% − pero no en los países de ingresos medianos y bajos. Si bien su costo es un problema incluso en los primeros, son frecuentes los programas de préstamo de estos asientos. En el marco de estos programas, por un precio módico o de forma gratuita, los padres pueden tomar prestado un asiento para bebé en las maternidades. Otro aspecto interesante de estos programas es su valor educativo, ya que ofrecen la oportunidad de asesorar a los padres sobre la ventaja de estos asientos y la forma de utilizarlos. Esta información fue publicada por la Organización Mundial de la Salud, en su “Informe mundial sobre prevención de los traumatismos causados por el tránsito” del año 2004, cuyo objetivo es “dar lugar a una verdadera toma de conciencia, y al logro decisiones eficaces y a un mayor respeto de los usuarios de la vía pública por la vida propia y la de los demás”. En el mismo informe la OMS recomienda que “a falta de este tipo de asientos, se aconseje a los padres que no lleven a los niños en el regazo, ya que en caso de choque podrían resultar aplastados”.
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