¡Feliz Día del Amigo! ¿Reunirse y pasarla bien sin alcohol?

     

     En el Día del Amigo se multiplican los encuentros para celebrarlo. Las bebidas alcohólicas acompañan estos eventos desde tiempo inmemorial, en todas las culturas y sociedades.

     Los adultos beben, y los jóvenes se inician cada vez más tempranamente en el consumo, a partir del ejemplo de sus mayores, que inclusive aceptan que sus hijos beban en sus casas, por ejemplo, los fines de semana, antes de ir a bailar.

     Una encuesta realizada por Luchemos por la Vida reveló que el 33% lo hace para divertirse más, el 28% para desinhibirse, y el 24% para formar parte del grupo, y aunque reconocen algunos efectos negativos, valoran más los que ellos atribuyen como positivos.

     Sin embargo, los jóvenes resultan más vulnerables al alcohol que los adultos.

 

Algunos de los problemas que puede ocasionar el alcohol son:

  • Alteraciones de las relaciones con la familia, compañeros y maestros.
  • Bajo rendimiento escolar.
  • Empeoramiento del aspecto físico: acumulación de grasas, acné.
  • Participación en agresiones, violencias y alteraciones del orden público.
  • Realizar actividades sexuales sin protección, que pueden llevar a un embarazo no deseado, o el contagio de enfermedades de transmisión sexual y SIDA.
  • Adopción de conductas de alto riesgo al conducir.

 

Efectos a largo plazo

  • El consumo excesivo de alcohol a largo plazo puede acarrear daños físicos irreversibles:
  • Gastritis y otros trastornos digestivos. Impotencia sexual y reducción de la fertilidad
  • Daño cerebral con cambios de humor y personalidad
  • Problemas de memoria y concentración
  • Presión alta y derrame cerebral
  • Enfermedad hepática grave
  • Cáncer en el sistema digestivo
  • Riesgo de sufrir abortos

 

     Para profundizar este tema, en la Guía didáctica “Jóvenes, alcohol y conducción”, se explican los efectos negativos del alcohol

          Tal vez todos, también los adultos, tengamos que replantearnos la posibilidad de poder celebrar y disfrutar sin alcohol si se va a conducir, o controlando muy bien la cantidad de alcohol que se toma, aunque se elija a otro para conducir.