En concreto, el Parlamento Europeo ha aprobado una serie de recomendaciones para aumentar la seguridad vial de la Eurozona, entre las que se destacan la de que se introduzca un límite de velocidad de 30 km/h en las zonas residenciales y en todas las calles de un solo carril en las zonas urbanas que no dispongan de un carril de bicicletas independiente, con el fin de proteger mejor a los usuarios más vulnerables.
La resolución propone también que el límite de alcohol en la sangre sea cero para los conductores profesionales y para aquellas personas que hace menos de dos años que disponen de carné de conducir. Es por ello que los eurodiputados ya recomiendan la instalación de sistemas antiarranque de vehículos en caso de alcoholemia en todos los vehículos industriales de transporte de pasajeros y de mercancías, y también como una medida de rehabilitación para los conductores que hayan sido condenados más de una vez por conducir en estado de ebriedad.
La eurodiputados reclaman también medidas para mejorar la formación de los conductores noveles, como la conducción acompañada a partir de los 17 años, o la introducción de un sistema de obtención gradual del permiso de conducir que contemple elementos de formación práctica incluso una vez obtenido el permiso.