La asociación Luchemos por la Vida (LxV) midió el uso de teléfonos celulares por parte de conductores y de peatones, estos últimos, mientras cruzaban las calles. La distracción, al volante o a pie, agrega más peligro al tránsito cotidiano. Ver estudio
El resultado resulta alarmante, ya que significa que entre los vehículos particulares que circulan por Buenos Aires, diariamente (unos 1.400.000), hay aproximadamente 186.000 usando un celular mientras conduce, simultáneamente y constantemente, pese a la expresa prohibición de la legislación vigente.
Hace años que la ciencia estudia las importantes limitaciones que nuestro cerebro tiene para realizar dos tareas que demanden atención al mismo tiempo, y los investigadores han probado hasta qué punto es peligroso conducir mientras se habla o mensajea por celular, aún con el sistema de manos libres. Recientes investigaciones internacionales han concluido que caminar hablando por teléfono celular es muy riesgoso ya que las personas observadas despliegan comportamientos tales como cruzar más despacio, sin mirar al tránsito circundante y no esperar a que los vehículos se detengan para comenzar a cruzar, en una proporción muchísimo mayor que los no usuarios de celular. Para los peatones el problema real principal parece ser la distracción, así como les sucede a los conductores. Y en el tránsito caótico de nuestro país, este nuevo hábito compartido por peatones y conductores no hace más que empeorar la seguridad de todos en la vía.