Según el diario “La Voz del Interior” de Córdoba, esta metodología se está difundiendo entre los jóvenes a través de Internet. En calles y avenidas, en motos o automóviles, de día o de noche, los jóvenes protagonizan un peligroso juego denominado “semáforo ruso”. En esta nueva modalidad de picadas callejeras, el desafío consiste en pasar, a toda velocidad, los semáforos en rojo. La mortal carrera es grabada, generalmente con un celular, por alguno de los ocupantes del vehículo y, posteriormente, subida a Internet. El nombre de este juego mortal es una variación de la conocida ruleta rusa, nada más que en este caso, el arma es el vehículo. La convocatoria electrónica garantiza la clandestinidad. Los mensajes de texto a través de celulares también operan como herramienta para convocar a este duelo directo con la muerte.
Según informa el diario cordobés, la tendencia está creciendo en distintos lugares del país, aunque no hay certeza del lugar donde se practica.
Nos preguntamos ¿Quién puede hacer semejante bestialidad? Es importante y urgente que se informe la a sociedad de este tipo de actividades. Es importante que lo sepan las autoridades y los padres. Hay que exigir su inmediata intervención. Esto no es cuestión de prevención, estos jóvenes deben ser sancionados. Es peor que la ruleta rusa, ya que podría haber terceros involucrados, victimas inocentes de la decisión suicida de chicos irresponsables.
El art 193 bis del Código Penal, de reciente vigencia, establece que las “picadas” son un delito, con pena de prisión a quien “creare una situación de peligro para la vida o la integridad física de las personas, mediante la participación en una prueba de velocidad o de destreza con un vehículo automotor...” y también a “quien organizare o promocionare... y a quien posibilitare su realización... mediante la entrega de un vehículo de su propiedad...”