Inspectores y policías de la ciudad de Mar del Plata y La Plata realizaron operativos de control de alcoholemia en esta Semana Santa. Según informó el matutino Clarín, permanecieron en accesos cercanos a boliches y restaurantes de ambas ciudades. De las 443 personas que hicieron la prueba de alcoholemia, 81 (el 18,3%) terminaron con el vehículo retenido preventivamente —entre ellos, ocho motos— porque habían superado el límite permitido de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre y no estaban habilitados para conducir. Los resultados demostraron que tenían en promedio más de 0,80 gramos de alcohol por litro de sangre.
Otro 21,6% (96 automovilistas) también había consumido bebidas alcohólicas antes de subir al automóvil. Fueron notificados como positivos, pero los valores de alcohol en sangre —entre 0,30 y 0,45— estaban por debajo de los límites previstos para sanciones. En todos los casos, el promedio de edad de los infractores no superó los 30 años.
Estas cifras explican los altos índices de accidentes graves, con muertos y heridos, que suceden todos los fines de semana en horas de la madrugada o por la mañana temprano, en los cuales muchos jóvenes y no tanto, ven truncadas sus vidas.
El alcohol es un tóxico depresor del sistema nervioso central que aún en pequeñas cantidades, altera la percepción, disminuye la capacidad de atención y hace más lentas las reacciones, funciones éstas, esenciales para la conducción de vehículos.(Para más información puede consultar la sección revistas de esta página web).
Es de esperar que estas comprobaciones impulsen a las autoridades responsables a multiplicar y perfeccionar estos controles y a sancionar con severidad a los alcoholizados para desestimular el conducir habiendo ingerido alcohol.