Según publicó el diario La Nación, un nuevo y desconocido proyecto ha sido anunciado, ante empresarios del transporte de cargas, por el secretario de tránsito Fernando Verdaguer, para solucionar el tránsito caótico de la ciudad de Buenos Aires. Sus problemas de circulación, al que aportan todo tipo de transportes estacionados en cualquier lugar, inclusive en doble fila, los carriles de avenidas y calles cortadas a la circulación por arreglos, en días de semana y en las horas pico, sin ninguna consideración del flujo vehicular, entre otros promotores de conflicto, son conocidos y sufridos por sus habitantes y visitantes. Pese al perjuicio económico y a los accidentes que esta situación genera, las autoridades de Tránsito y Transporte de la ciudad no avisoran una solución.
Para este proyecto, tal como sucedió el año pasado, con el mal llamado“Pacto de la Movilidad”, las entidades especializadas, como Luchemos por la Vida, no fueron consultadas. El “pacto” pretendió armonizar intereses que se contraponen (el de los lobbies de empresarios de taxis, transporte de cargas, colectivos, ciclistas, etc.) descuidando los objetivos de seguridad vial . Así se instrumentaron medidas erróneas, como establecer zonas de estacionamiento permitido en el micro y macrocentro, durante las 24 hs., para la carga y descarga. Tal como era de esperar, y lo adelantó en su momento “Luchemos por la Vida” , en función de los hábitos transgresores y la falta de controles, el resultado es que los vehículos se estacionan a toda hora y en todas partes y también en doble fila.Tampoco resultaron los carriles preferenciales para bicicletas marcados del lado izquierdo de las avenidas, para confusión en los hábitos de los ciclistas, que tienen que circular por donde la ley de tránsito se los prohibe expresamente y que, al no estar físicamente separados, son ocupados por vehículos mal estacionados.
Dentro de pocos días, el nuevo proyecto será enviado a la Legislatura porteña. Según el diario La Nación, propone categorizar las arterias y establecer para ellas diferentes horarios para estacionamiento y carga y descarga, entre otras medidas.
Más allá de las buenas intenciones, resulta difícil pensar que planes sin sustento técnico, en un contexto de planificación urbana no definido, y sin controles eficaces, puedan tener éxito en proveer mejoras en el tránsito de la ciudad.