A dos años de la Tragedia de Once: sin soluciones de fondo

El 22 de febrero pasado, los familiares y amigos de la Tragedia de Once recordaron con dolor  a sus  51 víctimas mortales y a los heridos, en el segundo aniversario.

 

 Dos años han pasado ya. Y poco ha cambiado para evitar nuevas tragedias sobre las vías.

Los familiares tendrán pronto el inicio del juicio oral por esta causa que, esperemos, haga justicia por las víctimas y por la sociedad toda.Sin embargo, siguen preocupando los problemas de fondo de la red ferroviaria que  no se resuelven. Más aún, ni siquiera se afrontan.

No sólo los pasajeros de todas las líneas férreas  continúan viajando hacinados e inseguros en las horas pico, con frecuencias de trenes insuficientes y muchos  vagones en malas condiciones. Hay algo peor. El sistema automatizado de barreras continúa fallando, por lo que largas filas de automóviles quedan varadas más tiempo del necesario a la espera de que alguien levante esa barrera baja, o se arriesgan a pasar por el costado de esta, aún a riesgo de ser arrollados. Si esto llegara a suceder, probablemente,  las autoridades se defenderían diciendo que ellos se arriesgaron a sabiendas, sin reconocer que las fallas del sistema, o la “solución humana” de un guardabarreras que levanta con su brazo la barrera, o la traba con un palo, constituyen una invitación a arriesgarse. Mientras tanto, no se escucha hablar del soterramiento, largamente anunciado años atrás. En su lugar de ello se anuncia la construcción de cinco pasos bajo nivel entre Moreno y Ramos Mejía. Y el resto de los pasos a nivel? Buenos Aires y la zona metropolitana continúan divididas por las vías.

No se trata de ignorar algunos esfuerzos parciales realizados  en el campo del seguimiento de los motormen, o el arreglo de algunas vías, pero esto no es suficiente en el siglo XXI,en una zona densamente poblada como esta.

Urgen los cambios de fondo y en todas las líneas para no tener que continuar llorando y pidiendo justicia por nuevas víctimas.