Las estadísticas mundiales indican que los peatones son los usuarios más vulnerables en el sistema del tránsito, sumando cada año más de 270.000 muertes. En Argentina, se estima que en 2019 más de 1500 peatones murieron en el tránsito. Más del 20% de todas las víctimas fatales.
En nuestro país la legislación de tránsito nacional establece que los vehículos deben dar la prioridad a los peatones que cruzan correctamente la calzada, por las esquinas o sendas peatonales, y con el semáforo a su favor, donde lo hay.Sin embargo, Luchemos por la Vida observó, en un reciente estudio, que sólo el 12% de los conductores otorgan la prioridad al peatón (ver estudio Prioridad peatonal: asignatura pendiente). Esto desmotiva a los peatones a caminar hasta la esquina o senda peatonal para cruzar. Sólo un 10% de estos cruzan correctamente (ver estudio).
Es que, en nuestras ciudades, es habitual que los conductores ignoren al peatón. En las esquinas o sendas peatonales, aún con semáforo a su favor, la mayoría de las veces, los peatones tienen que parar para dejar pasar a autos, colectivos, camiones, motos y bicis. Al contrario de lo que sucede en los países exitosos en seguridad vial, donde la prioridad peatonal es absoluta, ¡somos los peatones (todos lo somos) quienes debemos detenernos y dar la prioridad a los vehículos!
Al caminar, cuando el conductor de un vehículo nos da la prioridad peatonal en las esquinas, en general lo agradecemos con un gesto o una palabra, pero… ¿es razonable agradecer que nos den la prioridad peatonal? Dar las gracias es algo positivo, pero en estos casos, pone de manifiesto que sentimos que nos están haciendo un favor, y no el cumplimiento de una obligación por parte de los conductores y el ejercicio de un derecho como peatones.
Para acabar con las inaceptables muertes de peatones, en la Argentina tenemos que lograr, como país civilizado:
Para alcanzarlo, y proteger la vida de los peatones, solicitamos a intendentes, concejales, gobernadores, y demás autoridades, con carácter de urgente y prioritario:
Estas acciones, sumadas a la concientización de los conductores sobre el respeto absoluto de la prioridad peatonal, lograrán el objetivo de evitar muertes y lesiones a peatones.
Que los conductores se detengan y otorguen siempre al peatón su prioridad depende de cada uno de nosotros al poner en práctica lo peticionado.