Si Brasil puede,
¿Porqué no nosotros?
Desde el 22-1-1998 ha entrado en vigencia en Brasil un nuevo Código de Tránsito que introduce numerosas medidas de prevención de accidentes, con semejanzas con la Ley de Tránsito Argentina, pero; tal vez, la diferencia más importante es que nuestro vecino país está muy empeñado en su vigencia en calles y rutas, esfuerzo que están haciendo las autoridades a todo nivel, y que se traduce en controles efectivos en las mismas. El esfuerzo no es solo de las autoridades, sino que hay también un total compromiso de los medios de comunicación en apoyar las nuevas medidas de prevención de accidentes y concientizar a la población de sus beneficios en forma permanente y sistemática. (Por tal motivo, Luchemos por la Vida entregó al "Diario Catarinense" el premio al Periodismo de Prensa (ver información en esta revista). En enero de este año hemos transitado por Santa Catalina, y en particular por Florianópolis, y hemos podido comprobar que, efectivamente, se nota un mayor ordenamiento y seguridad en el tránsito, que se traduce en el uso generalizado del cinturón de seguridad y control estricto de la velocidad. Créase o no... Vimos a todos con los cinturones de seguridad colocados, policías en sus patrulleros (todos), conductores de ómnibus, choferes de camiones, conductores particulares, etc, También vimos en las rutas un estricto cumplimiento de los límites de velocidad; muchos turistas argentinos con quienes compartíamos las vacaciones fueron sorprendidos en sus " hábitos de impunidad en el tránsito" con severas multas, la mayoría por exceso de velocidad. Observamos también con sorpresa que en algunas rutas que suelen transitar argentinos y uruguayos, hay carteles en castellano alertando sobre los peligros de la conducción nocturna, "mejor conducir de día", dicen. Las estadísticas oficiales muestran que desde el 22/1/98, fecha de entrada en vigencia del CTB, hasta el último mes de Diciembre, el número de muertes en las calles de Santa Catalina diminuyó un 13,24%, y un 29,5% en las rutas federales comparándolo con el mismo período de l997. Aclaran las autoridades, sin embargo, que esa disminución responde más a las severas penalidades aplicadas por el Nuevo Código que al cambio de actitud de los más de 40 millones de automovilistas y l60 millones de peatones de todo el país. Conforme a las informaciones de DETRAN la mayor cantidad de infracciones labradas en ese período fueron por exceso de velocidad gravísima (más del 20% por encima de la velocidad permitida), penadas por una multa de R$ 492.- y la suspensión de la licencia de conducir, en segundo lugar aparece el estacionamiento en lugar prohibido y en tercer lugar la violación del semáforo rojo. Concientización en el cumplimiento de las leyes es la solución El mayor desafío del nuevo Código es lograr que automovilistas y peatones estén dispuestos a cumplir las normas de tránsito por ser conscientes de su importancia y no por que haya policías fiscalizando las calles. "La policía no puede ser omnipresente ni controlar todas las calles al mismo tiempo, por eso, el papel fundamental de estas instituciones deberá ser: educar y concientizar". El teniente coronel Eliésio Rodrigues (Policía Militar) sigue diciendo que "el aumento del valor de las multas es el principal responsable de la disminución del número de accidentes pero que es necesaria una mayor agilidad en el área administrativa para que las multas sean cobradas efectivamente, ya que cuando a la población le duele el bolsillo va a pensar dos veces antes de volver a cometer una infracción." Los conductores profesionales van a clase El nuevo código establece que las empresas que contratan conductores profesionales deben dictar cursos de conducción defensiva, primeros auxilios y conceptos básicos de protección del medio ambiente relacionados con el tránsito. "Si el nuevo Código de Tránsito ha contribuido a salvar una sola vida, ya valió la pena". Así dice el capitán Paulo Moukarzel, comandante de la Policia Rodoviaria Estadual, al analizar el primer año de vigencia del CTB dice que las estadísticas son alentadoras: el número de acccidentes disminuyó un 9,52% en l998 con respecto al año anterior, lo que habla de un cambio en el comportamiento de las personas en el tránsito. Los automovilistas están realmente más prudentes y cometen menos infracciones. Las expectativas para los próximos años y principalmente para las próximas generaciones son positivas, especialmente porque el CTB prevé la inclusión en las escuelas de materias sobre educación vial.