Editorial
Un año más pasa. Si se han alcanzado objetivos, si hemos progresado, si los esfuerzos han sido los necesarios o si, simplemente, han valido la pena... si logramos reducir los muertos y heridos.
Y en el campo de la seguridad vial y el tránsito se torna absolutamente necesario el análisis de los caminos recorridos.
Ni Luchemos por la Vida, ni nadie- creemos - puede estar conforme con la inseguridad vial reinante, que en el campo vial se expresa en unos 8.000 muertos al año, miles de heridos y discapacitados, y pérdidas materiales de más de 10.000 millones al año.
Sin embargo, la siembra constante, la difusión permanente y la educación y concientización sistemática y planificada que llevamos a cabo desde hace varios años a través de la campaña permanente en televisión y radio y diversas apariciones en los medios, y otras tareas, además de los esfuerzos que desarrollan otros desde afuera de Luchemos por la Vida, (medios, algunos pocos funcionarios, empresas, otras instituciones, particulares esforzados, etc.) están dando frutos (aunque no todos los que quisiéramos).
Creemos que uno de ellos es la mayor toma de conciencia de que la inseguridad vial que vivimos es uno de los graves problemas nacionales que todos los argentinos sufrimos todos los días, y que su solución es un requisito fundamental para una nación que pretende seguir el camino del desarrollo. Prueba de ello es que los accidentes de tránsito son no sólo un tema permanente en los medios..., sino que éstos profundizan cada vez más en las causas de los accidentes y cómo se los podría haber evitado.
Así, aunque no sean muchos, satisface, y es un logro, ver que ya algunos políticos se preocupan por este tema, así como por las terribles pérdidas económicas que significan para la comunidad. Algunos ya empiezan a tener conciencia de lo que para la Unión Europea ya es una prioridad para el comienzo del tercer milenio: alcanzar la seguridad vial, para lo cual ya hay un país, modelo en la materia, que ha planificado alcanzar para el año 2010 el no tener ningún muerto por accidentes de tránsito.
Nuestras investigaciones estadísticas muestran que el 21% de los conductores de autos particulares en la ciudad de Bs As usan el cinturón de seguridad, y ello, que no es mucho, sí lo es, si consideramos que son aproximadamente 300.000 conductores que lo hacen concientizados, por convicción (ya que los controles casi no existen) y que seguramente ponen en práctica muchas otras conductas seguras, como también hoy en día se puede ver en muchas esquinas de Bs. As., conductores que frenan para otorgar la prioridad a los peatones...
También nos alegramos porque comenzaron en algunas partes del país controles de alcoholemia y velocidad permanentes, que, de generalizarse, serán un pilar esencial de la seguridad vial.
La sociedad está madura para lograr profundos cambios que hagan caer abruptamente nuestros inaceptables índices de muerte. Redoblemos nuestros esfuerzos, para lograr que los dos años que nos quedan para terminar el mileño, sean para la Argentina, entre otros, los años del gran cambio, del gran avance en seguridad vial.
Lograrlo, también depende de tu convicción y esfuerzo.
Alberto José Silveira
Presidente de Luchemos por la Vida