revista "luchemos por la vida" - Año 6 - Nº 18
El tránsito y la seguridad vial en
Mendoza: 

"Solos en la madrugada"

 

Al centro de Mendoza... en carretaCasi un muerto por día, varios heridos graves, casi siempre jóvenes, algunos alcoholizados, muchos en bicicleta. En algunos casos se atravesó un caballo, en otros se tragaron una curva en la montaña, y no faltó a quien le saltó la moto en un pozo del camino y el casco - que llevaba en el codo - no le protegió la cabeza.

Más de cuatro millones de dólares por año gasta el Estado Provincial en los servicios de emergencia para atender accidentados de tránsito, dinero que las compañías de seguro y las obras sociales de los accidentados se olvidan de pagar.

A eso debemos agregar el gasto en Policía Vial, provincial y municipales, su equipamiento, todo la estructura de los juzgados de tránsito. Y ya que estamos desglosando el gasto que el tránsito le cuesta al estado debemos mencionar, el costo de la cantidad inmensa de accidentes protagonizados por choferes de las reparticiones públicas; los municipios viven pagando daños que producen sus camiones o camionetas, los policías chocan con una frecuencia apropiada a la forma en que manejan, eso significa no sólo la destrucción del vehículo, y los daños que causa a terceros, sino que además el estado debe hacerse cargo de los agentes lesionados, y si por desgracia hay algún fallecido, (que hay varios por año) de la pensión e indemnización por haber muerto en servicio.

Sin embargo, a pesar de las víctimas y de los crecientes gastos que la inseguridad vial le causa a las enflaquecidas arcas del estado, éste continúa sin tomar en serio al Tránsito. Sigue siendo un tema marginal, en la cual cada tanto hacen declaraciones rimbombantes con alguna excentricidad o con alguna cosa que ya hace muchos años existe. De vez en cuando salen cientos de Policías a hacer multa a todo el que pase durante un par de días, o hacen un circo con el control de alcoholemia durante un par de fines de semana y luego todo sigue igual, las víctimas, los gastos, la inseguridad, el caos vehícular, el obsequio de licencias, etc.

Desde hace un par de años, misteriosos lobbistas quieren reformar la Ley de Tránsito (que fue reformulada totalmente en 1993 tomando como base la legislación nacional), pero curiosamente no quieren mejorarla para adaptarla más a la realidad, sino que sólo introducen elementos que permitirían sacarle un poco más de plata a la gente, crean las infracciones “muy graves” (cuando ponen en peligro la vida del conductor, de terceros o puede provocar daños, o sea casi todas las infracciones), con 1600 pesos de multa. Cabe destacar que la ley actual permite hasta triplicar las multas si el juez lo considera pertinente. Luego dedican un montón de artículos nuevos a la “revisión técnica periódica” que ya está en la ley actual y que nunca se cumplió. Absurdo sería además que se cumpliera mientras sigue el “viva la pepa” con todo el resto de las normas. En cuanto a generar mayor seguridad y disminuir las víctimas, digamos solamente que este proyecto de reforma aumenta las velocidades máximas y disminuye a 17 años la edad para sacar la licencia de conducir. Con estas medidas, uno podrá estar de acuerdo o no, pero seguro que ellas no harán descender la cantidad o la gravedad de los accidentes.

Días pasados, el Director de Tránsito – Javier Passero - dijo que quienes circulen por cualquier calle de día sin las luces encendidas tendrán 500 pesos de multa, porque es una falta grave, que desde que eso se incorporó a la Ley ya han pasado 19 meses, que hasta ahora estuvieron haciendo educación vial con ese tema (¿?) y que ya era hora poner multas. En realidad lo grave es que Mendoza está lleno de autos que de noche circulan sin luces y nadie les dice nada, ni antes ni ahora.

Mendoza sigue sin tener quien se haga cargo de la seguridad vial, más de trescientos muertos por año, miles de heridos, contaminación de todo tipo, y una sangría para el bolsillo de la gente, que en definitiva paga todos estos desaguisados.

De todos modos y al margen de que los funcionarios miren para otro lado, no sepan para dónde mirar o miren sólo su bolsillo, es bueno ver que la gente por “motu propio”, usa más el cinturón de seguridad, llevan a los niños atrás, hay más motociclistas con casco y son mayoría los que respetan los límites de velocidad.

Creo que el sentido común, ayudado por la permanente difusión de las advertencias de “Luchemos por la vida” que, en Mendoza se pasan por varias emisoras radiales y por televisión, van logrando crear una conciencia que poco a poco se va generalizando.

Esto es muy bueno, que la gente no necesite del policía para cumplir con las normas de seguridad vial, que entienda que va su vida en ello, que es su responsabilidad si causa un accidente y causa daños a terceros; que comprenda que el tránsito es algo peligroso y que tomando ciertas precauciones se disminuyen enormemente los riesgos.

Si el Estado ayudara sería mejor,  pero por ahora los mendocinos en ésta, estamos solos. Una adecuada planificación del tránsito, el control y la sanción a las infracciones son imprescindibles para un mayor acatamiento de las normas de seguridad y para una prudente utilización de la vía pública”.

Lic. Jorge Ferrari



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