revista "luchemos por la vida" - Año 6 - Nº 17

Tolerancia "0" alcohol para conductores profesionales


Cambios en el límite legal nacional

La ley nacional de tránsito y su reglamentación, establecían un límite de tolerancia máximo de alcohol en sangre de 0,5 g por litro; pero la nueva "ley nacional de lucha contra el alcoholismo Nº 24788", la modificó para algunos conductores: 0,2 g por litro de sangre para motociclistas y ciclomotoristas, y 0 g para conductores profesionales (transporte de pasajeros, carga o menores). Para el resto, el límite continúa siendo el de 0,5 g por litro de sangre.

Límite legal 
+ controles eficaces 
+ sanciones efectivas
= seguridad vial

La medida es un importante aporte a la seguridad de todos en la vía pública en tanto y cuanto, se realicen controles “eficaces” de alcoholemia en calles y rutas y se sancione efectivamente a los que conducen alcoholizados.
Las campañas de concientización de Luchemos por la Vida incrementan la conciencia y educan a la población del país sobre este problema. Fruto de este aumento de la conciencia social sobre el tema, grupos de padres y voluntarios han comenzado a movilizarse en algunas localidades del interior del país, junto a la policía local, para cuidar a sus hijos los viernes y sábados por la noche en algunas rutas. En algunos municipios se han comenzado algunos pocos controles aislados. Todas estas tareas son útiles, pero no suficientes. 
Es necesario que la autoridad de aplicación de la ley se comprometa seriamente en “detectar”, por medio de controles sistemáticos, continuos y mul-tilocalizados, detener, y “sancionar” a quienes ponen en peligro su propia vida y la de los demás al conducir alcoholizados. Solamente cuando éstos últimos comprendan que les traerá más perjuicio que beneficios el beber alcohol y conducir, comenzarán a cambiar de comportamiento. La sociedad argentina está suficientemente informada y lista para el cambio. Necesita que el estado asuma su responsabilidad.

El alcohol es un tóxico depresor


El alcohol, aunque culturalmente aceptado y saboreado en diferentes preparaciones por casi todo el mundo, es un tóxico depresor del sistema nervioso central.Ya desde las primeras copas, y aunque uno no lo note, embota los sentidos, altera la percepción y disminuye la capacidad de atención.
- Se alargan los tiempos de reacción, por lo que las respuestas y maniobras se hacen más lentas y torpes.
- La visión se ve afectada, en especial, empeora la visión periférica (a los lados), se hace más lenta la adaptación a los cambios de luz (por ej. en caso de encandilamiento), y se perciben con dificultad los tonos rojos (tardan en reconocerse las luces rojas del semáforo, las luces de posición y las de freno).
- Genera una falsa sensación de seguridad, con errores de juicio e interpretación, que predispone a excesos de velocidad y a todo tipo de violaciones a las normas de seguridad en el tránsito.

Por eso lo único seguro es no beber si se debe conducir, o no conducir si se ha bebido.

¿Qué significa un límite máximo de 0,5 g?
¿Cuánto se tolera beber, según este límite?


Primeramente, debemos decir que no es un límite cuantitativo, igual para todos, sino que VARÍA EN CADA PERSONA, según diversas circunstancias personales, y en especial, según el peso y el sexo.
Una misma cantidad de alcohol puede que no supere el límite legal en una persona y en otra sí.
Observe el siguiente ejemplo: un hombre que pesa 70 kg bebe un vaso de vino (200 cm3), al igual que una mujer de 55 kg de peso.
En ambos casos el resultado, en el momento de máxima intoxicación alcohólica, dará diferente, dadas las diferencias de peso y sexo (que determinan diferentes cantidades de líquido corporal).

1 Vaso de vino: (200 cm3) 
Hombre-70 kg 0,4 
Mujer-55 kg 0,6 

Otro ejemplo:

2 Latas de cerveza: (700 cm3) 
Hombre-70 kg 0,55 
Mujer-55 kg 0,80 

Como se ve, en el primer ejemplo el hombre está casi en el límite tolerado, mientras que la mujer ha superado el mismo con igual cantidad de alcohol ingerido. En el segundo ejemplo, 2 latas de cerveza bastaron para excederlo, pero la intoxicación en la mujer, que a la vez pesa menos, es mucho mayor aún.
Estos son cálculos aproximados, ya que inciden también otros factores, tales como la edad, el cansancio, la ingestión de ciertos medicamentos, enfermedades, etc., que pueden potenciar los efectos tóxicos, por lo cual en realidad resulta muy difícil decir, con exactitud, si un vaso de bebida alcohólica, en un determinado ser humano y en un momento preciso, lo hará superar o no, el límite legalmente tolerado, dejando bien en claro que, el que no lo supere no garantiza que se esté en reales condiciones de conducir con seguridad, ya que aún por debajo del límite legal la capacidad psico-física se ve afectada. 
Por eso lo único seguro es no beber si se debe conducir, o no conducir si se ha bebido.

Lic. María Cristina Isoba

 



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