Los accidentes de tránsito representan el principal problema de salud pública en Europa, debido al gran número de víctimas y por las serias y duraderas consecuencias en las víctimas, sus familiares y su entorno.
La cantidad de personas envueltas en accidentes de tránsito en la Unión Europea es de 50.000 muertos cada año. El total acumulativo de víctimas sobrevivientes (incluidos familiares de muertos e inválidos) cuyas trágicas situaciones son frecuentemente subestimadas o ignoradas es de 6.000.000 de personas. El total de pérdidas socio-económicas es de más de U$S 250.000 millones cada año.
La Federación Europea de Víctimas de Accidentes de Tránsito, con el apoyo de la Comisión de la Unión Europea, realizó una investigación europea entre las familias de las víctimas de accidentes de tránsito, para estudiar sistemáticamente su situación psicológica, social y económica.
Se encuestaron más de 10.000 familiares de víctimas.
Estos son algunos de los datos destacados recogidos en esta investigación:
· 80% al 90% de las víctimas no fueron informadas de sus derechos legales.
· La misma proporción no fue informada de la existencia de organizaciones de ayuda.
· El 90% de los familiares de muertos considera que no se ha hecho justicia criminal.
· Del 60 al 75% consideran que los cargos hechos en contra de los ofensores no han sido justos.
· Cerca del 80% no se han quedado satisfechos con las indemnizaciones por daños y perjuicios ofrecidos por las compañías de seguros.
· La misma proporción considera que la corte no ha hecho justicia financiera.
· La mayoría de las víctimas consideran que, en casos serios, es útil contratar a un abogado desde el principio.
· A pesar de que las víctimas no quedaron satisfechas con las indemnizaciones ofrecidas por las compañías seguros, un tercio de ellas no fueron a la corte porque consideraron que la ley no está a su favor, un tercio por el stress y otro tercio por el costo económico del reclamo legal.
Secuelas psico-físicas
· El sufrimiento físico de las víctimas y sus familiares consiste, en su mayoría, en: problemas para dormir, dolores de cabeza, pesadillas angustiantes y problemas generales de salud, asociados al stress y la angustia.
· Muchos de ellos incrementaron el consumo de productos psicotrópicos como tranquilizantes, tabletas para dormir, etc.
· Entre la amplia gama de problemas psicológicos de la mayoría de las víctimas predominan : falta de interés, pérdida de confianza en sí mismo, ataques de ansiedad, depresión, fobias, trastornos alimenticios, ira, resentimiento, sentimientos suicidas. Es impresionante que inclusive, luego de muchos años, un cuarto de las víctimas sufren tanto que se sienten suicidas potenciales.
· Una gran mayoría de las víctimas cree que nunca va a disfrutar su vida como antes, especialmente los familiares de muertos.
· la mejor ayuda psicológica es proporcionada por amigos y familias. Lamentablemente la eficiencia de la ayuda proporcionada por profesionales, instituciones y religiones no es suficiente.
Estas investigaciones han demostrado que la gran mayoría de los familiares y víctimas padecen un considerable y dramático declive de su calidad de vida, sostenido en el tiempo, y que la mitad de ellas padecen también un severo empeoramiento de su standard de vida.
Es triste darse cuenta de la profundidad de la angustia de estas personas. Una gran proporción de ellos sufren desórdenes psicológicos que frecuentemente son intensos, duraderos y hasta permanentes y que causan enfermedades somáticas que empeoran la angustia psicológica. Se entiende que estas consecuencias disminuyen y desaparecen con el tiempo. Sin embargo, nuestras investigaciones han demostrado lo contrario. Los trastornos psicológicos van empeorando con el tiempo y requieren de más asistencia. Estos problemas son frecuentemente exacerbados por las dificultades que, las víctimas y sus familias, encuentran con el sistema legal y las compañías de seguros.
Es nuestra obligación mejorar la situación de estas familias y prevenirlas de convertirse en víctimas por una segunda vez, del sistema y la sociedad, incapaz de ayudarlas.
Recomendaciones
- El primer paso es proveer inmediato apoyo emocional y psicológico; luego brindar asistencia judicial y social.
- Es por lo tanto necesario promover la apertura de centros públicos donde las víctimas y sus familias puedan encontrar asistencia gratuita.
- Para mejorar aún más la situación de las víctimas, reformar tanto la legislación criminal como la civil también es necesario.
- También es urgente una reforma fundamental de los sistemas de seguros en la mayoría de los países; muchas víctimas deben esperar años para ser recompensadas, frecuentemente por una cantidad mucho menor a los daños sufridos.