Editorial
"¿Por qué no lo usás?" Las respuestas, por demás banales, nos dan la pauta de la desinformación que existe sobre el tema; y además, de la cantidad de mitos instalados en la mente de los argentinos que no pueden admitir la tremenda importancia que tiene para la preservación de la vida, la adopción de medidas de prevención pasiva, que por si solas, bastarían para disminuir en forma apreciable la cantidad de muertes inútiles, consecuencia inevitable de la ignorancia de los más elementales conceptos sobre seguridad vial. Quiero recordar que "ignorancia" no es una mala palabra, es "no saber" datos que pueden salvarnos la vida y que es obligación de los organismos responsables, darlos a conocer en forma clara y explícita, para que de una vez por todas los argentinos, nos decidamos a dar un paso adelante para lograr un mínimo nivel de civilización en el tránsito, mediante el uso generalizado del cinturón de seguridad.
Un accidente, más relevante que otros por haber sido protagonizado por un ex-presidente, dio lugar en todos los medios de comunicación de nuestro país, a muchas opiniones y consideraciones acerca de la necesidad del uso del cinturón de seguridad, poniendo en evidencia una vez más, la necesidad de difusión y puesta en práctica de todas las normas de tránsito y un control efectivo e idóneo en todas las calles y rutas de nuestro país para que los argentinos tomemos conciencia de que, realmente, los accidentes se pueden evitar y sus consecuencias pueden atenuarse con la debida concientización, educación vial y sanciones. Y las autoridades deben supervisar y asegurar su cumplimiento y efectividad.
Lograr un cambio radical en los hábitos, tanto de conductores, peatones y pasajeros, es una tarea prioritaria, y, a fuerza de ser reiterativo, es una responsabilidad de todos aquellos que pueden y deben hacer algo al respecto.
En un esfuerzo más para llegar a todos y cada uno de ellos, es que hemos cursado una carta-documento al presidente Menem, y a cada uno de los gobernadores e intendentes de todo nuestro país, para que asuman su responsabilidad en hacer cumplir la ley que obliga al uso de los cinturones de seguridad, ya que, si no lo hacen, son también responsables de los que mueran por no usarlo. Y si lo hacen, se suman así a nuestro esfuerzo de lograr que los accidentes de tránsito, y los muertos y heridos consecuentes, comiencen a disminuir, y la utopía se haga realidad.